domingo, 24 de marzo de 2013

No confíes ni en tu sombra (Capitulo 5)

Título: No confíes ni en tu sombra
Género: Gore, drama
Fandom: Original

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           Las próximas semanas no pasaron cosas de mucha importancia. Estuvimos mucho tiempo con Leon: hablando, jugando, contándonos cosas y recordando. Cuan Mamá Lana se enteró de esto, al haber escuchado una conversación por accidente, se emocionó un montón. Estaba realmente feliz y ahora quiere a Leon muchísimo más que antes. Y yo también. Siento que poco a poco mi amor por él crece. No sé que me ocurre pero es maravilloso, aunque sufro por no poder decirle las cosas que me pasan. Tengo miedo a perder lo poco que pude obtener en este tiempo corto.

            Pero algo aún más extraño me ocurre: Ya no siento el dolor de mi corazón. Es extraño, pero ahora me siento totalmente normal. Ya no ocurre nada. Es como que mi necesidad malvada de masacrar gente desapareció. Estoy feliz. Estoy llena de alegría. Creo que por fin logré salir de esto.

            No, nunca me abandonaras. ¿Qué? ¿Por qué pensé eso? Más que pensar, fue como si alguien hablará en mi cabeza. Es realmente extraño, pero creo que solo fue mi imaginación. Un par de aplausos se escuchan de fuera de la casa. Bajo los escalones con rapidez para ver qué sucede. Abro la puerta y me encuentro a Joshua, mi vecino de toda la vida.

            -¿Qué onda?- Le sonrío. No somos amigos ni nada, en realidad no tengo amigos por mi antigua condición, pero no importa. No es tan antigua esa condición, mi amor. Bueno, está ocurriendo de nuevo. Sonó como una vez aterciopelada y muy femenina, pero más bien creo que es mi miedo a volver a ser la fenómeno de antes. Sacudo mi cabeza y le vuelvo a sonreír al agradable colorado que está parado frente a mí.

            -Solo pasaba a verte. Quería saber cómo andabas. También me enteré que la Señora Lana tiene un nuevo chico. Escuche cosas y tengo miedo de que te ocurra algo- Me suelta sin más. Agradable pero directo. Así era él y por eso lo respetaba tanto.

            -Ven, pasa. Te explicaré arriba. Igual, él no se encuentra ahora. Fue a comprar comida- Le dije con una sonrisa. Le abrí más la puerta y entró. Sinceramente, la casa estaba totalmente silenciosa. No había nadie. Hace dos días inauguraron una pequeña plaza a solo tres cuadras de aquí y los más chicos estaban muy emocionados por ir allí, pero al ser tantos se necesitan muchos ojos. Por eso todos los adultos, excepto Leon y yo, se fueron con ellos. Yo estaba limpiando y pensando, mientras que Leon fue a la tienda hace algunos minutos.

            Subimos las escaleras a un ritmo normal y entramos a mi habitación. Él se quedo parado hasta que prácticamente lo obligué a sentarse en la cama junto a mí. El silencio duró solo dos minutos y comenzó a hablar: -Escuche cosas horribles de él, por eso estaba preocupado. Dicen que estuvo en un orfanato, pero que mató gente. No sabía si creer o qué pensar, pero algo habrá hecho y quería venir a hablar con vos-. Sus palabras fueron rápidas y concisas.

            -Mira, realmente te agradezco por venir y advertirme. Lo aprecio un montón, pero él no me lastimará. Yo confió en él. Veras, íbamos juntos a ese orfanato. Lo conozco hace tiempo. Gracias por todo- Realmente soy sincera con él. Me acerco y lo abrazo. Él esconde su rostro en mi celo y yo cierro los ojos. Creo que sí lo quiero como un amigo, aunque nunca tengamos una relación realmente estrecha.

            Rápida y silenciosa, la puerta se abrió. Abrí los ojos y él se encontraba parado viéndonos con dos grandes bolsas en la mano.

            -Leon…- Intente hablar, excusarme. Aunque en realidad no tenía que explicarle nada, pero sentía que lo tenía que hacer. Pero me cortó.

            -Perdón si los interrumpí. Solo te quería decir que compré lo que me pediste, lo dejaré en la cocina. Si sabía que estabas con alguien no te hubiera molestado-. Su voz sonó cortante y me dolí muchísimo. Solté a Joshua, susurre un “perdón” y salí corriendo de la habitación. Busqué a Leon en la cocina y se encontraba guardando los diversos artículos.

            Corrí a él y lo abracé por la espalda. Escucho la puerta delantera y sé que Joshua se fue. Solo estamos nosotros dos, en nuestro mundo y en la casa. Leon se gira y yo no lo suelto. Me mira con ojos curiosos, heridos, acusadores y algo más.

            -No es lo que crees-. Atino a decir, pero me abraza con un brazo y me caya posando un dedo sobre mis labios.

            -No tenes que decirme nada. Solo me hubiera gustado que me digas que tenías novio-. ¿Qué? Me lo tenía que esperar.

            -No tengo novio. Él es solo un amigo que me vino a decir algo. Tuvo un buen gesto y yo me sentí agradecida y lo abracé. Nada más. Hacía mucho tiempo que no lo veía. ¿Por qué te pusiste así?- De último minuto, ese pensamiento me surco la cabeza.

            -Creo que me puse celoso-. Me abraza y me aprieta contra él. Fácil me lleva una cabeza de altura y mi cara queda hundida en su pecho, mientras que él apoya su cabeza sobre la mía. –Creo que me enamoré-.

            Sus palabras me dejan en shock. Está bien, tenemos una relación de hermanos y es posible que tenga celos por un amigo y me quiera proteger. Pero, ¿y esto? ¿Hablará de mí o me estaré haciendo la cabeza porque quiero ser yo?

            -¿Y quién es la afortunada?- Tartamudeo y digo, con una sonrisa tan falsa que hasta yo lo reconocía.

            -Tú- Susurro y me beso. Lento, perfecto. Nunca había besado así a alguien. Realmente me gustaba, era como que mi corazón latía. Pero siempre fue así. Mi corazón solo late por él y sin ese condimento, yo estaría muerta ahora. Pero lo terminaras matando, y no podrás soportarlo. De nuevo. Lanzo un grito ahogado y me remuevo incomoda.

            -¿Te encuentras bien?- Se separa un poco de mí, se agacha y me sostiene la barbilla con la mano para que lo mire a los ojos. –Perdón por eso-. No de nuevo, lo herí. No.

            -No, enserio, no es para nada eso. Yo solo estaba sorprendida. Te amo, Leon. Creo que hace mucho tiempo que lo hago-. Y ahí mi voz quebró. Él solo me abrazo y no me soltó más. Estaba cómoda y seguro allí, entre sus brazos; pero algo más me estaba pasando. Esa voz no dejaba de atormentarme y el miedo crecía. ¿Me estaré volviendo más loca de lo que estaba antes?   

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Holaaa! Realmente lo siento mucho! Sí, estoy MUY desaparecida y solos les vengo con esto (? Pero comprendan que comencé las clases hace unas pocas semanas y estuve muy ocupada haciendo las tareas y el viernes tuve que entregar un trabajo de historia que me llevo 9 hojas O.o
Como dentro de poco es semana santa, confió en que lograré tener uno o dos capítulos nuevos para entonces. Mientras tanto, sean pacientes. Como vieron, las cosas pueden ponerse peores en mi adoraba historia. Así que, espero, lo que lean no se lo imaginen de ante mano(?

Ah, quiero agradecer a los poquitos que comentan las entradas, a la gente que se pasó por mi ask y me dijo su comentario diciendo que leían el blog y algunos se llamaron mis "fans"! Y gracias a los que se sumaron a mi página en Facebook. Gracias a todos, me alegraron el día de una manera increíble! Chichis, tomen ejemplo de esto (? 

Los adoro mucho y gracias pro aguantar mis tardanzas! Intentaré organizar mis horarios mejor y escribir más!

Soy Pandita Gore, nos vemos! 


miércoles, 13 de marzo de 2013

Yo hablo, vos hablas, ellos... Avlaan aci biem biem píólá

Bueno, para los que preguntan: Todavía estoy escribiendo el próximo capitulo de la novela. He comenzado el colegio y el tiempo no me da. ¡Con suerte me baño y como! Ahora, en estos últimos minutos que me quedan en la computadora, quería hablar de algo que me llamó la atención en el último tiempo.

A lo mejor ustedes no se hayan dado cuanta de eso, pero últimamente la pronunciación de las palabras o la escritura de estas no es algo de gran preocupación en la población joven y adulta. Sé que, con amigos o así, se puede jugar a hablar como "turro" o escribir cosas con horrores ortográficos; pero esto no pasa a ser más que un juego que, en cuanto se necesita, se corrige automáticamente para no quedar como un analfabeta  Pero las cosas ya no son así. Escucho a gente allegada a mi que, sin darse cuenta y siendo adultos, no pronuncian la "s" o "x"(en palabras donde está intermedia), por ejemplo. Ellos se enojan cuando intento corregirlos  pero es por su bien. Lo mismo ocurre cuando están escribiendo. Sé de alguien que, inclusive siendo un adulto como tal, escribe de una manera que haría llorar a cualquier persona. Sé que hay gente que no lo hace por mala, sino por ignorancia. Está bien, comprendo. Pero me jode la gente que lo hace aún sabiendo. Estos, usualmente, alegan que "estoy en internet, no importa" o un "es solo un mensaje de texto".

No sé que opinarán ustedes, pero sería bonito que lo comenten. Gracias por haberme leído. Esto me ayudo a descargarme un poco. Y para gustos hay colores, como gente que puede no estar de acuerdo con mi misma opinión. Así que, ¿qué opinan?

Soy La Pandita Gore. Nos vemos~


jueves, 7 de marzo de 2013

No estén extrañándome ~

Holis, mis panditas~ Creo que los malacostumbre a verme demasiado seguido actualizando el blog y se preguntarán dónde estoy ahora. Vengo a decirles que ayer he comenzado de nuevo las clases y junto con las clases de hockey, los días son muy cortos. No he tenido ni tiempo de comenzar a escribir un nuevo capitulo de "No confíes ni en tu sombra". Así que se imaginarán como es el tema. Y ni siquiera he comenzado con las tares y demás cosas para el colegio.

Vengo a decirles, debido a mis cambios de horarios, intentaré subir capítulos todos los viernes y adelantar y estar mucho más activa los fines de semana. Como este finde semana no estaré acá, bueno, saben que no estaré activa para nada xD Pero mañana me quemaré las pestañas escribiendo el siguiente capitulo. Sí, lo digo por vos Roochi, no me tenes que acosar para que escriba (?

Bueno, cambiando un poco de tema, quiero agradecer a los 14 seguidores que tiene el blog. Me hacen sentir que no soy una inservible como siempre creí que era. *u* Y quiero agradecer a todos los que visitan este pequeño espacio. Los amo <3

Por ahora me retiro, aunque les dejo estos dibujines para que la entrada no parezca tan pobre (?



Mis pequeñas obras de arte (? 

Está bien, ya no los jodo más. Soy Pandita Gore. Nos Vemos~


miércoles, 27 de febrero de 2013

No confíes ni en tu sombra (Capitulo 4)

Título: No confíes ni en tu sombra
Género: Gore, drama
Fandom: Original

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Capitulo 4

Comencé a recorrer los oscuros callejones del barrio. Mi corazón latía con gran velocidad. Mis ojos me picaban y sé que los tengo inyectados en sangre. Estas posibles revelaciones me alteraron de una manera increíble, de la que nunca experimente. Mis sentidos se agudizan y el dolor que experimento en mi corazón aumenta. No me importa quién recibirá mi castigo, ya no me importa nada. Mi mente se nubla y no puedo pensar como corresponde. ¿Qué ocurre?

Me paro en una esquina y le sonrío a un lindo chico que pasa por allí. Él se acerca a mí y me sujeta del trasero.

-Hola, preciosa. ¿Quéres divertirte un rato?- Yo solo acerco mis labios a los de él y en cuanto están por tocarse, los separo. Le sujeto la mano y lo adentro más al callejón, donde nadie puede vernos. Pongo mis manos en sus hombros y lo empujo contra la pared. Sonrío y lo tiro hasta que queda sentado en el piso conmigo agachada enfrente. Siento locura en cada poro. Esto me gusta. Esto me encanta. Sujeto el cuchillo en alto y se lo clavo, limpiamente, en el centro del cráneo. No puedo evitarlo, estoy feliz. Lanzo una gruesa, loca y terrorífica carcajada que nunca termina. Me tiro en el piso y sigo riendo.

Pasan cinco minutos hasta que alguien me encuentra. Ya, para ese entonces, estoy llorando. El efecto de mi mal pasó y ahora estoy sufriendo. ¿Cómo puedo vivir así? El extraño se agacha y me abraza. Por la sorpresa, abro los ojos. Es Leon. Este chico está en todos lados. Lo miro con mucha extrañeza, y se da cuenta.

-Sabía que te iba a agarrar un ataque. No te preocupes. Te encontré porque te escuche reírte. Sabía que eras vos-. Abro la boca intentando decir algo, pero las palabras no me salen. ¿Cómo sabe tanto? Me soba la cabeza y suspira. –Te conozco desde el orfanato. Años de convivencia. No esperes que no sepa que estés pensando-. Bufo enojada e irritada por su capacidad de entrar en mi mente. Pero lo único que hace es levantarme con sus brazos, cual recién casados. Lo cual me molesta muchísimo. –Mañana encontrarán el cuerpo y mejor que nos vayamos antes de que nos encuentren a nosotros. Cierra los ojos y descansa. Lo de hace un rato pudo ser agotador-.

Y tiene razón. Cierro los ojos y no duro ni dos minutos más consiente. El mundo de los sueños me llama y yo cedo.

Esta vez no soñé nada. Despierto en los brazos de Leon, en mi cama. Estamos semisentados y yo tengo mi cabeza en su pecho. Abro los ojos y suelto un pequeño bostezo. Leon también abre sus ojos y me sonríe. Yo no puedo devolverle la sonrisa. Sigo triste por lo que ocurrió hoy. Hago un esfuerzo sobrehumano y me siento frente a él, abandonando el calor y la protección de sus brazos. Descubrí que me siento muy bien cuando estoy rodeada por ellos. Es algo que me gusta.

-Todo lo que me escribiste es verdad- Me suelta, sin más. Abro la boca intentando articular alguna palabra, pero él me caya de inmediato y vuelve a hablar. –Al parecer, cuando caíste del techo, te agarro una especie de amnesia y no fue hasta que hablamos que comenzaste a recordar algunas cosas-. Frunzo el ceño, señal de que todo eso lo deduje sola. –Bueno, bueno. Mira, yo entiendo por todo lo que pasaste. ¿Quieres que te cuente tu historia? ¿Tu familia, tus amigos?- Me agarra las manos y las aprieta con un poco de fuerza, sin lastimarme. Yo cierro los ojos con fuerza y asiento con la cabeza. –Esta no es una historia larga. Según la historia oficial, vos estabas escondida en un armario cuando dos ladrones entraron en tu casa y asesinaron a tus padres para robarles lo poco que tenían; pero eso es mentira, ellos te ataron en una silla y lo viste todo. Solo tenías ocho años. Se llevaron todo, lo único que te quedo fue ese peluche, de allí viene tu apodo. Cuando entraste al orfanato, días luego del suceso, no hablabas. Yo fui quien te saco tus primeras palabras luego de estar encerrada allí durante tres meses. Pasaste en total, casi cuatro años en el orfanato-. Cierra la boca y me mira a los ojos.

-Pero yo recuerdo el fuego. Mis padres murieron en un incendio. No hubo sangre, solo fuego-. Mi boca estaba media seca y mi voz no salía como yo quería. Él bajo la cabeza y luego me miro, con dolor.

-Creí que no recordarías eso. Pensé que serías más feliz si solo te contaba una parte. Los ladrones prendieron fuego tu casa. Se les hizo fácil. Era pura madera-. Mi garganta se cierra y leves imágenes se pasan por mi cabeza. El fuego, el dolor, como un bombero me sacó de allí. Me sostengo la cabeza con las manos, en un inútil intento de parar esas horrendas imágenes. Sangre frente a mí. Un hombre con ojos negros clavándole un cuchillo en la carótida a mi mamá real y otro hombre con ojos marrones claro pegándole un balazo a mi papá verdadero en el corazón. Una lágrima sale de mí, inconscientemente, y siento sus brazos alrededor mío.

Levanto la cabeza para mirarlo y mi mente se inunda de recuerdos de nosotros juntos. En el parque, en la biblioteca, en las habitaciones, en la cocina. Éramos íntimos amigos y ahora recuerdo que yo sentía más que amistad por él, pero que jamás se lo dije por miedo a lo que podía llegar a ocurrir. Su reacción, el hecho de que éramos muy chicos, por lo menos yo.

-¿Cuántos años tienes?- Sé que es una pregunta muy tonta, con respecto a todo lo que me está ocurriendo, pero no puedo detenerla y la formulo.

-Cumplí 18 hace dos meses-. Me sonríe y parece feliz. A lo mejor ve que algo de mi antigua yo volvió.

-Tengo sueño- Digo con un tono un poco infantil y me rasco el ojo derecho con el puño. –Pero antes, debo cambiarme-. Y salgo corriendo a la habitación de él. En cuanto vuelvo, tengo una remera negra de Green Day que es, claramente, varias tayas más grandes que yo. –Date la vuelta y no espíes- le digo y le guiño un ojo. Me obedece y me quito toda la ropa, dejándome solo con la interior. Me pongo la remera y corro a mi cama. –Párate- Le ordeno y me obedece. Quito la colcha y la sabana y le señalo, para que entre. Así, nos acostamos juntos y abrazados, como en los viejos tiempos.

-Así que recordaste que siempre me quitabas una remera para usarla de pijama- me susurra al oído y me da un beso en la mejilla. Me sonrojo, pero no me ve ya que la luz está apagada. Y así, nos quedamos dormidos. Felizmente dormidos.

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WoW! Cómo estoy últimamente. No es normal que escriba tanto tan seguido. Sí, sé que son más cortos pero es lo único que llega a mi cabeza hueca! xD Pero mejor así. Bueno, ¿ alguien pidió revelaciones? Acá las tienen :3
Y comenten, que no muerdo (mucho)!
Soy Pandita Gore, nos vemos~


lunes, 25 de febrero de 2013

No confíes ni en tu sombra (Capitulo 3)

Título: No confíes ni en tu sombra
Género: Gore, drama
Fandom: Original


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Capitulo 3

Luego de estos extraños acontecimientos, logro calmarme y decido dormir un rato para aclararme la mente. En cuanto me acuesto, mi mirada pasa por una repisa llena de mis libros y veo que hay algo que no corresponde. Allí, tranquilo, hay sentado un viejo peluche de una matrioska de piel blanca, pelo cobrizo claro y una mirada diferente mesclando el amor y el odio en un remolino de intriga y sin saber cómo salir de allí. Esa soy yo, tal cual. Me levanto a agarrarla y noto su contextura: Es un poco dura por fuera, pero te das cuenta de que por dentro es muy blanda. Sí, este peluche no puede ser más parecido a mí. Me vuelvo a tirar a la cama y cierro los ojos, abrazada a mi pequeño yo en forma de peluche. ¿De dónde abra salido? ¿La abra traído ese extraño Leon? ¿Qué tanto sabe de mí?

            Con la cabeza hecha un embrollo, cierro los ojos y me introduzco en el mundo de los sueños.

            De repente, me encuentro en una vieja casa. Estoy llorando, me duele mucho la mejilla. Un chico se acerca a mí y me abraza. Oh, es una versión más pequeña de Leon. Me seca las lágrimas que caen en mi mejilla y aumenta la presión de su abrazo, escondiendo mi cara en su pecho y me acaricia la cabeza.

            -Matry, ya saldremos de aquí. Esta noche nos vamos. Escuche que el Señor Gordo te va a hacer lo mismo que a las otras niñas y no quiero que quedes como ellas- Me dice en un susurro que solo yo puedo escuchar, mientras señala a un grupo de niñas alejadas de todo. En su cara se ve un gran sufrimiento y es como si sus almas no estuviesen en sus cuerpos.

Cierro los ojos y aparezco en una cama que no es la mía. ¿O sí? El pequeño Leon me agarra en brazos y comienza a correr en silencio. Se nota que él es un par de años más grande que yo. Me saca por la puerta de atrás y la lluvia nos empapa, pero no nos importa. Saca dos cuchillos de la parte de atrás y veo que son enormes. Me da uno a mí, me advierte que tenga cuidado y, aún en sus brazos, comienza a correr por los callejones. Se sube a un tejado y me baja. Nos estuvieron persiguiendo. Levanta el cuchillo para que lo vean y los amenaza. Estoy segura que cumplirá. Estamos a solo unos metros del piso y me alejo lo más posible del lugar de los acontecimientos. Veo como se tira sobre dos hombres corpulentos y les clava el gran cuchillo en la espalda a uno, al de remera negra. El de remera roja lo agarra de atrás y le clava un cúter en la espalda. La sangre comienza a hacerse presente y no puedo moverme. Con un poco de coraje, Leon le clava su arma al de remera roja justo en el corazón y lo gira. Está muerto y litros de sangre salen del cuerpo. Retira el cuchillo y el otro hombre lo tira al piso a él. Yo, asustada, camino para atrás, pero no veo el final y caigo al vacío de unos pocos metros. Lo último que escucho son los gritos de mi nombre y como el filo de algo corto piel, matando a alguien.

Me levanto sobresaltada de mi propia cama. Estoy abrazando muy fuerte al peluche y mi respiración es agitada. Al parecer estoy llorando. Me limpio la cara y me levanto. Ahora recuerdo algo. Sé que me levante del piso en un día lluvioso, no recordaba nada. Solo escuchaba unos gritos raros, que sé que era “Matry”, y muchas puteadas. Tenía miedo y salí corriendo. A las dos semanas, Mamá Lana me encontró. Oh, no puedo creerlo. ¿Fue real lo del sueño?

Agarro una hoja en blanco y escribo todo mi sueño. Abajo especifico que soñé esto y doble el papel en dos, y con una letra grande escribo “¿es esto real?”. Salgo de mi habitación y deslizo el papel bajo la puerta de Leon. Salgo corriendo, por si él decide salir a ver quién dejo eso ahí y me voy a la cocina. Agarro el cuchillo más grande que hay y lo escondo bajo mi remera. El “agujero negro” de mi corazón volvió y tengo que hacerlo desaparecer. 


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Holaa! Por fin termine un nuevo capitulo. ^^ Espero que lo disfruten.

           Soy Pandita Gore. Nos vemos~


Ella es mía

Título: Ella es mía
Género:  Romance/Comedia
Fandom: Harry Potter

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Abro los ojos con los primeros rayos del sol matutino. ¿Por qué no cerré la cortina anoche? Ah, cierto. Estábamos muy ocupados y ni cuenta nos dimos de este detalle. Intento darme vuelta para que el sol no me moleste, pero unos fuertes brazos no dejan que me mueva de donde estoy. Plan B. Escondo mi cara en su pecho y vuelvo a cerrar los ojos. Estas últimas semanas he estado más cansada que de costumbre. También he comido más y engorde un kilo o dos, no estoy segura.

            Siento una mirada sobre mí y levanto la cabeza. Sus ojos rebozan de amor y una sonrisa en sus labios me hace ver que la felicidad está acá, en sus brazos. Yo también sonrío y lo abrazo.

            -Hola- Le digo en un susurro y le doy un beso en el cachete.

            -Hola- Me dice con su voz gruesa y me da un beso en la comisura de los labios.

            Así es como comienza un simple juego de “beso va, beso viene” que dura un rato muy corto para mí. Cuando ya tenemos un poco de conciencia, decidimos levantarnos. Me pongo una remera de él, y él recurre a una bermuda que estaba tirada por allí, y decidimos ir a la cocina a desayunar. Elijo un poco de yogurt y unas tostadas, mientras que él se prepara un café y unas medialunas. Todo va perfecto hasta que tocan el timbre. Miro por la mirilla de la puerta y “oh, carajos” exclamo. Harry y Ron están fuera esperando para entrar. Me arreglo el pelo un poco y me bajo la camisa para cubrirme. Él me abraza de atrás y me pregunta qué es lo que está sucediendo.

            -Harry y Ron están afuera. Tienes que esconderte-. Estoy aterrorizada. Ellos no saben con quién salgo y no quiero que lo sepan. No me avergüenzo, pero no creo que aprueben mi relación y no quiero pelearme con ellos. A él lo amo, pero ellos son mis mejores amigos desde que son una chica.

            -¿Esos tontos? Déjalos. Haz como que no estás en casa- Dice y me sonríe pícaramente. Por un momento estoy tentada a hacerlo, pero no.

            -No les digas así. Corre a mi habitación y escóndete en el armario. No creo que te noten allí-. Le doy un beso en el cachete y con un “sí, señora” desaparece de la habitación. Suspiro y abro la puerta con mi mejor sonrisa falsa.

            -Hola, chicos. Pasen. ¿Qué cuentan?- Me saludan con la misma efusividad de siempre y me dicen que vienen a buscar los anuarios que se olvidaron el otro día aquí. Cierto. Hace dos semanas terminamos el secundario y, a los días, ellos pasaron a verme y se olvidaron los anuarios aquí. Par de tontos.

            Un foco me recuerda donde están guardados. Carajo, en el armario de mi habitación. Con otra de mis sonrisas les digo que los iré a buscar pero se nota en mi tono de voz que algo pasa.

            -Hermione, ¿te encuentras bien? Parece que estas rara hoy- Su mirada contiene una gran interrogante que no pienso resolver.
           
            -Ay, Harry, no seas tonto. Hoy estoy bien. Estoy perfectamente. Es solo que interrumpieron mi lectura- Digo poniendo una cara muy típica en mi. Ellos solo pronuncian un asentimiento y se sientan en las sillas. Agradezco en silencio y me dirijo a mi habitación en busca de los libros olvidados. En cuanto abro la puerta, me sorprendo al verlo a él tirado en mi cama con mi anuario abierto y los otros dos a sus pies.

            -Escuche toda la conversación. Increíble, sí que cambiaste en todos estos años, hermosa- Pronuncia. Pues claro, no solo mi cuerpo cambio a mejor al desarrollarse sino que mi rostro paso a parecerse más al de una mujer.

            -Tonto, podrían haber entrado y te hubiesen visto-. Le miro con reproche y me acerco para agarrar los anuarios. En eso, escucho como la puerta de atrás hace un ruido y siento una corriente de viento en mis piernas. Genial, el viento abrió la puerta. En cuanto tengo los libros en la mano, él se me acerca. Me abraza y me besa. Yo, obviamente, le respondo el beso aunque esté un poco extrañado. Pero, en fin. Él me sigue besando hasta que nos separamos un poco y me da vuelta para que mi visión quede directamente en la puerta. Imagínense mi sorpresa al ver allí, como piedras, a mis dos mejores amigos. Están totalmente mudos por la situación. Y yo igual. No sabía que decir para explicarme, ni por qué debía explicarme de los que hacía. Por favor, soy una mujer adulta capaz de salir con quien quiera.

            -Hermione, ¿Draco Malfoy? ¿Enserio?- Ron no tenía palabras para esto.

            -De todos, no puedo creer que sea él-. Harry estaba igual que Ron.

            -Este. Yo. No sé qué decirles-. Realmente estoy muda. No me imagine nunca esta situación. Maldito Draco por armas semejante escenita, pero lo que hace a continuación es más increíble aún. Me quita los anuarios de la mano y se los tira a ambos, los empuja fuera de la habitación y les cierra la puerta en la cara.

            -Listo, ya tienen lo que quieren. Ahora váyanse. Ella es mía y quiero disfrutarla un rato- Les grita a través de la puerta de madera. Ambos sonreímos y esperamos a que la puerta de abajo se cierre, señal de que los chicos se fueron.

            -Entonces soy tuya, eh- Le sonrío y le planto un beso. Es hora de otra sesión de juegos. 

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He vuelto con una historia nueva~ Es corta por que es para un concurso y bueno, tenía que ser cortita -.- Pero espero que les gusta <3 Tengo un problema con el Dramione, es como prohibido y me encanta *-*
Bueno. Espero que les agrade por lo menos xD Prometo que comenzaré a trabajar en la continuación de "No confíes ni en tu sombra". Es solo que estoy corta de inspiración últimamente.

Bueno, Soy Pandita Gore. Nos Vemos~


domingo, 24 de febrero de 2013

Indice de historias

Bueno, aquí vengo rápidamente a dejar una pequeña lista con todas las historias que he subido acá. Esto es, principalmente, para que les sea más práctico encontrarlas y demás. =)

Listado:

Un último mensaje (Terminado)
Género: Angustia.
Fandom: Naruto

Sinopsis: Las cosas no siempre son como uno quiere. A veces la vida es injusta y vos no sos feliz. Pero, a diferencia de tu infelicidad, podes acabar con tu agonía. 

Un nuevo comienzo (Terminado)
Género: Romance
Fandom: Devil May Cry

Sinopsis: Las fiestas no siempre son sinónimo de felicidad. Pero las cosas no son eternas, buenas o malas. 

No confíes ni en tu sombra: 
Prólogo + Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
(Más capítulos en preparación :3 )
Género: Gore, drama
Fandom: Original

Sinopsis: Ella nunca fue normal pero supo ocultarlo bien. Las sombras pueden contener peligros inexplicables y tus aliados no pueden ser tan buenos como creías. Ten cuidado o la próxima difunta puedes ser vos. 

Género: Drama, Romance.
Fandom: Adventure Time/Hora de Aventura

Sinopsis: A veces es preferible desaparecer y no hablar de más, a terminar una hermosa amistad. Esto pasa, principalmente, cuando uno esta enamorado de su mejor amiga. Pero recuerda que si ella es una heroína, sus instintos pueden decirle cosas que cambiarán totalmente tus planes. 

Inocente amor (Terminado)
Género: Romance.
Fandom: Cincuenta sombras de Grey.

Sinopsis: No es una historia de sexo desenfrenado ni te explicara el kamasutra. Solo es una hermosa historia de como el amor profundo y verdadero puede amasarse con el pasar de los años y sin la necesidad de tener otro tipo de relaciones que no sean de amistad. 

Ella es mía (Terminado)
Género: Romance/Comedia
Fandom: Harry Potter.
Sinopsis: .El amor es raro y más aún es de quién te enamoras. Pero la gente tiene que aceptarte. O no. Pero estas situaciones siempre terminan en cosas muy cómicas. 

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Por el momento, estas son todas. Estaré actualizando la lista continuamente para que no se queje nadie de que soy una olvidadiza. (?
Ahora, como veo esta entrada muy pobre, les dejaré un poema del gran Edgar Allan Poe para que disfruten :3 Fue el primero que leí y espero que lo disfruten <3

Annabel Lee

Fue hace ya muchos, muchos años,
en un reino junto al mar,
habitaba una doncella a quien tal vez conozcan
por el nombre de Annabel Lee;
y esta dama vivía sin otro deseo
que el de amarme, y de ser amada por mí.

Yo era un niño, y ella una niña
en aquel reino junto al mar;
Nos amamos con una pasión más grande que el amor,
Yo y mi Annabel Lee;
con tal ternura, que los alados serafines
lloraban rencor desde las alturas.

Y por esta razón, hace mucho, mucho tiempo,
en aquel reino junto al mar,
un viento sopló de una nube,
helando a mi hermosa Annabel Lee;
sombríos ancestros llegaron de pronto,
y la arrastraron muy lejos de mi,
hasta encerrarla en un oscuro sepulcro,
en aquel reino junto al mar.

Los ángeles, a medias felices en el Cielo,
nos envidiaron, a Ella a mí.
Sí, esa fue la razón (como los hombres saben,
en aquel reino junto al mar),
de que el viento soplase desde las nocturnas nubes,
helando y matando a mi Annabel Lee.

Pero nuestro amor era más fuerte, más intenso
que el de todos nuestros ancestros,
más grande que el de todos los sabios.
Y ningún ángel en su bóveda celeste,
ningún demonio debajo del océano,
podrá jamás separar mi alma
de mi hermosa Annabel Lee.

Pues la luna nunca brilla sin traerme el sueño
de mi bella compañera.
Y las estrellas nunca se elevan sin evocar
sus radiantes ojos.
Aún hoy, cuando en la noche danza la marea,
me acuesto junto a mi querida, a mi amada;
a mi vida y mi adorada,
en su sepulcro junto a las olas,
en su tumba junto al rugiente mar.

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Soy Pandita Gore. Nos vemos~


lunes, 18 de febrero de 2013

Inocente amor

Título: Inocente amor.

Género: Romance.
Fandom: Cincuenta sombras de Grey.
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Esta no es una historia como la de mis padres. Acá no les contaré mis experiencias sexuales ni como, de mayor, realizo un gran cambio y encuentro al amor de mi vida. Seguro se preguntarán cómo es que conozco algo tabú entre la mayoría de los hijos, como es el sexo de nuestros padres, pero solo diré que una madre nunca debe tener un diario donde cuenta las cosas con tanto detalle. Ahorraría un que otro trauma a los pequeños niños, o no tanto, que se lo encontrarán.

            Hoy lectores, les relataré una historia corta sobre compañerismo, amistad y amor sobre dos pequeños niños en un jardín de infantes.

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            No entiendo cómo es posible que mis papis me estén llevando a este lugar. Tengo miedo. Nunca me quedo con desconocidos. Siempre estoy con mami, papi o con la Sra. Jones. Me explicaron que iba a conocer nenes e iba a hacer amigos, pero soy tímido y me da miedo quedarme solito.

            Ya llegamos. Acomodo la pequeña mochila que llevo en mi espalda y abrazo fuertemente a Jake, mi perrito de peluche. Miro a papi con ojos de cachorrito, pero el me responde con una mirada sin expresión. “Eres un Grey y como tal debes ser fuerte y no temer a estos pequeños sucesos” me había dicho un vez. Vuelvo a intentar la táctica de mis ojos con mami y el resultado es un poco diferente. Ella se agacha y me abraza. Huele a chocolate y mente, eso me distrae unos segundos, pero luego me suelta y vuelvo a la realidad.

            -Ted, amor, no tienes de que preocuparte. Habrá niños de tu edad y podrás hacer muchos amigos. Será divertido- Dice con una gran sonrisa.

            -¿Tengo que entrar ahí?- Pregunto con esperanzas de que podamos irnos. Pero me responden que “no” y me llevan a la puerta.

            Una mujer que parece ser de la misma edad que mami nos recibe. Papi le dice mi nombre y con algunas palabras de aliento por parte de los tres, cruzo la puerta.

            El lugar es grande y hay muchos juegos. Los peluches están en todos los rincones y escucho muchas risas. No parece ser tan malo.

            Un silbido me distrae y resulta ser la misma señora que nos recibió antes. Con una enorme sonrisa en el rostro, nos saluda y dice:

            -Bienvenidos a todos a su primer día en el Jardín de infantes. Soy la Señorita Soledad y sepan que pueden tener plena confianza en mí. Pueden preguntar lo que gusten. Hoy usaremos el día para que se conozcan entre ustedes y formen amiguitos-. Ella me inspira confianza y ya me cayó bien. Pero todavía no creo poder acercarme a nadie de acá.

            Me voy a una esquina con muchos peluches y me siento allí. Abrazo aun más a Jake y miro como todos juegan.

            -¡Hola!- ¿De dónde salió? Me asusto, aunque solo es una nena de mi edad. Tiene el pelo rojo claro, piel muy blanca y muchas pecas que cubren su rostro. Me sonríe. –Soy Elizabeth Tess- menciona cambiar de expresión.

            -Ho… Hola. Soy Ted Grey- Le digo un poco tartamudo.

            Ella me agarra de la mano y me levanta. Es calentita y se siente lindo cuando me toca. Ella es muy bonita y me pongo aún más nervioso de lo que estaba antes.

            -Daaah, no seas tímido. Vamos a jugar un rato-.

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Ese día había conocido a una chica que me acompañó durante años y siempre estuvo cuando la necesité. No lo sabía pero iba a ser mucho más importante que varias cosas en mi vida.

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            Lizzi había llegado a casa hace unos quince minutos. Hoy ella cumplía 17 años, es solo unos meses más chica que yo, y habíamos pensado salir al cine. Total mamá y papá no estaban, entonces podíamos hacer lo que se nos plazca. Igual, no sé qué le ocurre a ella. Está muy rara y distante. Parece nerviosa o confundida. Ahora está acostada en mi cama, con los ojos cerrados. Me acerco con sigilo y me sostengo el mentón para qué abra los ojos me miré.

            No me había dado cuenta en qué situación y cercanía estábamos hasta que un rojo tiño sus mejillas y, posteriormente, las mías. Me alejo unos centímetros, pero todavía tenemos las miradas fijas.

            -¿Qué te pasa, nena? Estás rara-. Sí, yo siempre la llame así, desde chiquito. Siempre lo hice con suma inocencia, aunque ahora se puede malinterpretar. Aunque no me molestaría. Desde que la conozco he estado enamorado de ella, aunque ambos tenemos una lista de relaciones algo extensa.

            -No es nada. No te preocupes- Dice y se da vuelta.

            -Si te sientes mal, podemos quedarnos-. Me acuesto en la cama y la abrazo por detrás. Listo, lo iba a decir. Hace años que me guardo esto y en cuanto ella me diga porque está así, me le declararé.

            -Ted, me di cuenta de que estoy enamorada- Dice girándose. Quedamos los dos acostados en la cama, separados por solo unos centímetros.

            -¿Có…? ¿Cómo es eso?- Tartamudeo. Está enamorada de otro. La cagué feo. Ahora tendré que esperar a que corte con este infeliz para volver a intentarlo, y pueden estar juntos durante años. Ella siempre fue una chica de relaciones buenas y duraderas.

            -Eso. Estoy enamorada. Pero él ni me registra y tengo miedo de decirle-. Apa, todavía tengo esperanzas. Pero no. Mejor la ayudo bien en esto. Si ella es feliz, yo también lo soy. No seré egoísta.

            -No seas tonta. Él te va a adorar. Sos una chica linda, inteligente, tenes todo lo que alguien querría. No te preocupes por nada y díselo. No quiero excusas. Lo encararás, le dirás tus sentimientos y luego lo besas. Fin del asunto. Ahora. Al cine podemos ir cualquier otro día, esto es más importante-. Cada palabra era un desgarro en el corazón, pero a ella la quiero de una manera inimaginable y no puedo decirle cosas que la hieran. Quiero que sea la mujer más feliz del mundo, aunque no sea conmigo.

            -Lo haré- Dice y me sonríe. Yo me paro y la miro. Un cuerpo de escándalo combinado con un rostro precioso y joven. Tráiganme un balde para depositar toda mi saliva, por favor.

            Ella se levanta de la cama y se acerca a mí hasta que quedamos a solo unos centímetros de diferencia. –Lo encaro-. Cierra los ojos y abre la boca. –Le digo mis sentimientos. Te amo desde que somos unos niños, Ted-. Abre los ojos y yo la miro atónito. ¿Qué está diciendo? –Y lo beso-. Con solo ese pie, yo me acerco a ella, sujetándole el rostro con mi mano derecha y poso mis labios sobre los de ella.

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            Años pasaron de eso y creo que fue de los mejores días de mi vida. Ahora me centro en una persona que realmente amo, una de dos.

            -Bernadette, no corras tan rápido- le digo a una pequeña niña de solo 5 años. Mi pequeña niña.

            -Cariño, hola- Me dice una voz desde atrás. Lizzi había ido de compras para el cumpleaños número 6 de nuestra princesita. -¿Todo en orden?- Añade con una sonrisa en los labios.

            -Sí, tus padres y los míos llegarán en una hora así que tenemos que apresurarnos con los preparativos de la fiesta.

            Y así fue como todo comenzó, se construyo y, finalmente, sigue su curso. Todos tenemos derecho a ser felices con las personas que amamos y no tenemos que tener miedo a decir lo que sentimos, o podríamos terminar solos para siempre. 
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Volví, bitches<3 Este FanFic surgió, principalmente para un concurso en Facebook, en el que están todos cordialmente invitados a darle MG y ayudarme :3 Aquí♥ 
Sé que nada que ver con el libro, pero es más una continuación con nuestro pequeño Bip♥
¡Espero que les haya gustado! Soy Pandita Gore. Nos vemos~


miércoles, 6 de febrero de 2013

No confíes ni en tu sombra (Capítulo 2)

Título: No confíes ni en tu sombra
Género: Gore, drama
Fandom: Original

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Capitulo 2

Todo es tan surreal aquí. Sé que estoy soñando, pero es algo tan hermoso que en lo profundo de mi corazón quiero que sea real. Me acomodo en esa persona que, aunque no sé quién es, me abraza y no tengo miedo. Siento su calor y preocupación. Es lo que siempre he querido. Porque sé que esta persona me acepta siendo yo misma. Un momento. ¿Cómo es que sabe que yo soy diferente? Miro mis manos. Manchadas con el rojo de mis victimas. Miro mi bolsillo trasero, en donde encuentro un cuchillo. Comienzo a llorar, descontrolada. ¿Por qué? ¿Por qué? Una sola vez en mi vida quiero estar en paz conmigo misma. No quiero ser un animal. No quiero ser una asesina bañada en la sangre de todas aquellas personas que pasaron bajo mi cuchillo. Quiero ser como todo el resto, aunque sea en algunas cosas. Empujo a esa persona que me abraza, pero no me quiere soltar. Y presiono, y más, pero no logro nada.

Entonces despierto. Sigo estando atrapada entre los brazos de un desconocido. Y sigo sin poder liberarme. Acerca su boca a mi oído. Puedo sentir su respiración y agitación. Creo que me matará, o no sé. ¿Sabrá todo lo que he hecho? ¿Estará acá para eliminarme o para saldar una deuda?

-Tranquila, no voy a hacerte nada, Matry. Abre los ojos. Soy yo, Leon- Susurra. Nunca lo había escuchado hablar. Solo dijo unas pocas palabras frente de Mamá Lana, pero nada más. Aún sin dejarme libre, yo doy vuelta entre sus brazos para poder verlo cara a cara. Él sopla hacía arriba, corriendo su flequillo negro y me mira a los ojos. Tienen que ser únicos, nunca había visto ojos así. Son enormes y de un marrón claro con grandes manchas rojas. Hermosos. Me tranquilizo y suspiro. Cierro los ojos y agacho la cabeza.

-¿Qué quieres? ¿Acaso no sabes que es de mala educación entrar a la habitación de otra persona y molestarlo mientras duerme?- Abro los ojos de golpe y pongo mala cara. Posiciono mi mirada en él y no la saco más. Intento que todo el enfado que siento irradie en mí y él lo note. Pero parece que mucho no le importa.

-Sé lo que haces. Desde hace mucho tiempo. Pero te estás arriesgando mucho. Tienes que parar-. Bufo, resoplo y gruño. Su mirada se torna seria, mientras que transformo a la mía en infantil. Digo, para quitarle importancia a este muy serio asunto.

-No sé de qué me hablas. No hago nada malo-. Intento despistarlo. Pero no creo lograrlo. Sigue sin soltarme y esta posición me está molestando. Me estoy poniendo nerviosa e incómoda. Que no se acerque más, por favor.

Retira sus brazos del incomodo abrazo para sujetarme la cintura con una mano y, con la otra, agarrarme del mentón y acercase lentamente a mí. Mi respiración se acelera y cierro los ojos, de nuevo. Siento como mis mejillas se acaloran y me vuelvo loca. Creo que hiperventilaré. Esto es malo. Si no hubiese matado a aquel viejo verde, mi corazón estaría en su “agujero negro” y yo tendría ese “poder” para empujarlo y escapar. Incluso podría matarle si quisiera. Pero sin eso, solo soy una indefensa chica que no podría lastimar ni a una mosca. Si no fuera por mi “condición”, yo sería más buena que el pan.

Pasa la punta de su nariz por mi cuello y luego roza sus labios con los míos. Aprieto más fuerte mis ojos, intentando que este momento desparezca para siempre. No es que no me guste, es increíble pero no lo conozco y me da cosa. Incluso más por el hecho de que, creo, que sabe mi secreto.

Antes de sellar nuestros labios, él se separa unos escasos centímetros y comienza a reírse en voz baja y gutural. Inclusive se escucha sensual. Junta su frente con la mía y sonríe para medio costado.

-Nunca cambiaras, mi dulce Matryoshka-. Me mira a los ojos y siento que mi cara es un genuino tomate.

-¿Quién sos vos?- Hay algo acá que no me cierra. ¿Por qué me está hablando así? ¿Qué sabe sobre mí?

-¿No me recuerdas?- Su cara demuestra una total tristeza. –Yo te nombré con este apodo. Éramos amigos. ¿No recuerdas nada del orfanato?- Sus ojos se cristalizan y me mira con sumo dolor. –Nosotros somos iguales. Lo que vos sentís. Yo te ayudé los primeros días en que mostrabas tus síntomas-. Me tocó el corazón y suspira.

-¿Qué cosa?- Bueno, está bien, esto es totalmente loco. –Discúlpame, pero yo nunca estuve en un orfanato. Yo viví en la calle hasta que me encontró Mamá Lana. Estás loco-.

-¿Qué carajo? Nosotros huimos de allí porque nos maltrataban. Luego nos separamos por cosas del destino. Hace poco te encontré acá y vine a buscarte. Veo que ese golpe en la cabeza que te diste hace un tiempo te afecto-. Me soltó y bajó de la cama donde estábamos. Se rascó la nuca, se dio media vuelta y me miró con comprensión. –Seguís tan hermosa como siempre. Y con respecto al tema de los asesinatos, la próxima vez que sientas ese deseo en vos, llámame. Lo último que quiero es que termines muerta o peor. Aunque acá hay poco riesgo de que termines en prisión, siempre hay probabilidades, hermosa-.

Sin darme tiempo ni a respirar, salió de mi habitación y cerró la puerta. Como un rayo fugaz, un pensamiento cruzó mi mente. ¡Mis armas! No sé cuánto tiempo estuvo husmeando en mi habitación y por lo que dijo, quiere que deje de hacer esto. ¿Cuánto sabrá de mí? ¿Qué fue todo esto que me contó? ¿Por qué Mamá Lana nunca mencionó nada? ¿Sabrá algo? ¡La puta madre! Me está comenzando a doler la cabeza y presiento que ni mil ibuprofenos podrán calmarlo.

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¡Hola! Por fin volví con un nuevo capítulo de esta disparatada novela. Nuevo y sensual personaje, nuevas expectativas para Matryoshka y prometo que en el próximo capitulo habrá nuevas revelaciones (bien completas) y mucha, mucha sangre. 
Les recuerdo que pueden ir a visitar mis páginas en Facebook, Twitter y Deviantart que se encuentran en la barra de arriba. Podrán encontrar noticias y cositas que se me ocurran en el momento. 
Bueno, prometo traer nuevas historias,. originales o fandoms, y más capítulos de esta cosa. :3
Soy Pandita Gore. Nos Vemos~


domingo, 3 de febrero de 2013

Carta para Fionna, la humana

Título: Carta para Fionna, la humana.
Género: Drama, Romance.
Fandom: Adventure Time/Hora de Aventura
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“Fionna:

            No tengo idea de donde comenzar. Cuando nos conocimos, nunca pensé que algo así ocurriría. Siempre tuve en claro mis puntos. Y más aun cuando se trata de estar cerca de los mortales. Con muchas dificultades nos volvimos mejores amigos. Peleando y riendo en muchas ocasiones. Pero me cuesta tenerte muy cerca de mí ya que, cuando mueras, no quiero sufrirlo. También pensé que podría morderte y convertirte en una de las mías. Sería increíble salir en la noche a ver la luna, sin que importe nada y nunca envejecer. Pero sería un egoísta al cederte conscientemente una maldición que arruinaría tu vida. No quiero que sufras lo mismo que yo.

            Ahora te estás pensando el porqué me preocupa tanto por una chica que solo es una amiga y nada más. La razón es muy sencilla. Es que… Me gustas. No, miento. Yo realmente te amo. Sí, lo sé. Acabo de arruinar nuestra amistad, pero no podía continuar mintiéndote. Mintiéndome.

            Esta noche me voy. No sé donde, pero no volveré. Igual, no creo que te importe. Dudo que luego de leer esto quieras volver a verme la cara. Tal vez.

            Siempre te amaré y aunque no sé si tú me corresponderás, no hay manera de que esto funcione.
                       
                                                                                                          Marshall Lee.”

            Gumball me pidió, esta mañana, encargarme de ir a buscar una piedra mágica con la que adornaría el castillo para un gran baile que estaba organizando. Supuestamente, Cake y yo volveríamos mañana en la tarde, ya que el lugar se encuentra muy alejado de aquí, pero algo pasó. Tuve un dolor fuerte en el pecho. Yo sabía que algo estaba o iba a pasar. No le conté a Cake sobre lo que presentí y en vez de quedarnos a dormir allí, corrimos de nuevo a Aaa. Con toda la suerte del mundo, llegamos al atardecer.

            En cuanto vi la puerta con un sobre pegado en ella, mis manos fueron más rápidas que mis ojos y no dudé un segundo en abrirlo. Leí con rapidez y terminé a los pocos segundos.

            -Cake, quédate aquí. Tengo algunas cosas que hacer-. Ella me miró de manera rara pero no dudo en hacer lo que le pedía. Sabía que yo le contaría luego.

            No sé cuanto corrí, pero en muy poco tiempo estaba en frente de la puerta de la casa de Marshall. Mis ojos se aguaron y no dude en comenzar a llorar. Esto era más fuerte que yo. Abrí la puerta, con carta en mano, y lo busqué a él con la mirada. Lo encontré guardando algunas cosas en una mochila. En cuanto se dio cuenta de que entre, se volteó.

            -Fionna, ¿qué haces acá? ¿Por qué lloras?- Levitó hasta estar junto a mí y me abrazó. Hundí mi cara en su pecho y me descargué. Unos minutos más tarde él me soltó y miró mi mano. –Lamento la carta, pero debes entender que no podía esconderlo por más tiempo-. Su voz estaba llena de tristeza y dolor. Ni siquiera podía mirarme a los ojos, esquivándome en cada momento. No puedo evitarlo. Agarro su rostro con mis manos y lo obligo a mirarme.

            -No quiero que te vayas, Marshy- Le digo y es toda la verdad-

            -No lo entiendes. No puedo estar más tiempo al lado tuyo como un amigo. Literalmente me dan ganas de matar a GumGay y al Flemitas cada vez que se acercan a vos-.

            -Tonto tenías que ser. Yo también te amo-. Tenía que decirlo. Es algo que hace mucho tiempo estaba escondiendo, pero no más. Quiero que algo pase entre nosotros y nunca termine. Quiero siempre estar junto a él.

            -No resultaría. Morirás, tarde o temprano lo harás-. Me observó con sus ojos de demonio y dijo de repente: -No tienes miedo a morir. ¿Por qué?- Realmente estaba sorprendido.

            -Porque quiero que me muerdas. Quiero no irme de tu lado y siempre estar juntos-. Me sonrojé por lo que dije, pero es algo que salió directamente de mi corazón.

            -¿Realmente quieres ver cómo pasa todo delante de tus ojos sin poder hacer nada? Verás como tus seres queridos se van y no podrás detenerlos-.

            -No me importa. Esto es lo que realmente quiero-. Poco a poco, nos vamos acercando hasta que terminamos por besarnos. Corto, pero perfecto. Más, incluso, de lo que alguna vez pude imaginar. –Pero tendrás que esperar unos años. Quiero crecer un poco más-. Le miro y sonrío.

            -Estuve esperando mil años por una chica como vos. Otros más no me harán daño, pero recuerda que ahora eres mía-. Me sonrojo y le beso en la punta de la nariz. Así, la noche término en risas y más de esos besos perfectos.

            Sinceramente, esto era algo con lo que soñaba desde hace algún tiempo. Todo es tan perfecto. Pero… ¿Y ahora cómo les digo a todos que estoy saliendo con quien siempre peleo y mi mejor amigo?
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Holis~ He vuelto con este Fan Fic Fiolee. Sinceramente, estoy muy metida con esta pareja últimamente y me encanta♥ 

Bueno, aparte de esto quiero contar que estoy escribiendo el próximo capitulo de "No confíes ni en tu sombra" y que comenzaré un proyecto nuevo, o no tanto. Les cuento: Es hacer todas las historias que voy subiendo en formato PDF. Y se preguntarán "¿para qué lo quiero si acá lo puedo leer perfectamente?" Bueno, como sorpresa, en esos archivos van a encontrar ilustraciones originales de las historias, todo hecho por mi y seguramente a mano. 

Espero que les haya gustado todo. Soy Pandita Gore. Nos vemos~. 


jueves, 31 de enero de 2013

No confíes ni en tu sombra (Prologo + 1er Capitulo)


Título: No confíes ni en tu sombra
Género: Gore, drama
Fandom: Original
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Prologo

Hoy es mi cumpleaños doce. Estoy emocionada, pero a la vez muy inquieta y nerviosa. Vivo en los barrios más bajos que hay, pero soy feliz. Un poco. No lo he sido en mucho tiempo. No desde que mis padres fallecieron en un incendio, dejándome sola. He logrado anteponerme a la situación, pero siento que muy en mi interior hay un ardor. Siento un fuego que me recorre el pecho y acentúa su dolor en mi corazón. Pero no se preocupen, estoy bien. Siempre lo estoy. Salvo por un pequeño tema: No he dicho palabra desde que ocurrió el incidente. No lloré. Sufrí, pero nadie me vio.

Luego de todo, me quedé durmiendo en las calles durante tres días. Nadie me hablaba ni trataba bien, hasta que ella me dio un poco de pan y me saludo. Parece una señora agradable. Usualmente la gente no se fía de mí porque, aunque tengo solo once años, me dicen que tengo cara de mala. Pero no lo soy, solo estoy triste.

-Hola, mi amor, ¿te encuentras bien? ¿Porqué estas sola aquí? ¿Tienes donde quedarte?- Muchas preguntas, pero la agradable señora me sonreía. Yo solo moví la cabeza para ambos lados y escondí mi cara en mis manitos, pero ella me abrazó y dijo: “No te preocupes, yo te llevaré conmigo”. Y así fue como me mudé hace poco con Mamá Lana y Papá George. En un principio no confiaba en ellos, creía que me harían daño, pero luego supe que son unas personas amorosas y especiales. Estuve años sin hablar. No podía. Era como si mi garganta estuviese cerrada. Inclusive toda la familia aprendió lenguaje de señas para comunicarse conmigo.

En la casa éramos cinco personas. Aparte de los antes mencionados, incluyéndome, estaban Maya y Scott. Ellos eran mis “hermanos” mayores. Ambos tienen diecisiete años y son buenos conmigo. Los quiero mucho.

Durante unos años, todo estuvo excelente. Aunque yo seguía sin hablar, había establecido una relación muy cercana con todos en la casa y poco a poco, más niños llegaban. Pero estos eran todos bebés o niños muy pequeños.

A los pocos meses de cumplir los quince años, mi vida cambió increíblemente.

            El dolor de mi pecho era demasiado fuerte. Con la poca energía que me quedaba, decidí salir a tomar aire para calmar la angustia y el dolor. Mi corazón comenzó a latir a velocidades imposibles y sentía que me iba a explotar. Pero algo ocurrió. Una persona, de unos veinte años, me empujo contra la pared.

            -Dame todo lo que tenes. ¡Ya!- Estaba aterrada. Saca una navaja y me la pone en el cuello. Respiro profundo y, sin siquiera yo saber que estaba haciendo, empujo la mano con la navaja y empujo al hombre contra la pared. Un golpe seco, producto de la cabeza el hombre y el concreto, y un sonido de fractura. El gris se mancha con rojo y un poco de mi dolor disminuyo, aunque mi terror y desconcierto, aumentó.

            Temiendo que se vuelva a levantar y quiera matarme, me le adelante. Tome la navaja y atravesé su pecho. Y una, y dos, y tres, y mil veces. Mi cara y mi ropa estaban manchadas por la sangre de mi delito. Mi cuerpo empezaba a temblar, pero el extraño dolor que sentí durante tantos años se fue. Era como un milagro. Por primera vez en mi vida pude sentirme normal. Aunque sangrienta.

            “En casa me regañaran” pensé e hice algo inimaginable. Un inocente perro callejero dormía plácidamente cerca de donde yo estaba. Aun con la navaja en mano, fue en su dirección y se lo clavé una vez. Mortalmente. Lo levante y caminé hasta casa entre llanto e intranquilidad.
           
            Después de eso no pasó más. En casa creyeron que un borracho había lastimado al perro y yo quería salvarlo, pero ya no se podía hacer más. Aunque ese día descubrí la verdad. En cuanto llegue a casa, comencé a grita por Mamá Lana y Papá George. Hablé, grité. Yo lo hice. No lo pude creer, pero así fue. Ese día me di cuenta de que la vida no es la única salida. A veces la muerte te da oportunidades. Esa muerte fue la que me calmó el dolor que me aniquilaba por dentro.

            Y así fue como abrí las puertas de un nuevo mundo.


Capitulo 1

El viento gélido me sopló en la nuca. Respiré aquel aire que recorre todos aquellos barrios bajos. El aroma a sangre, muerte, mugre y pobreza me rodean. Me vuelvo a poner mi mascara de panda y me acomodo el buzo para evitar que los indigentes que poblaban aquellos callejones pudieran ver el machete que escondía. Un escalofrío me recorre la espalda devolviéndome a la realidad. Matryoshka, apresúrate.

No soy una chica mala. No le deseo el mal a nadie. Pero las cosas suceden. Yo jamás hubiera comenzado a hacer esto sola. Ni pensarlo. Pero los sucesos ocurren y cuando encuentras algo que te llena, no lo piensas dos veces antes de volver a hacerlo. Tengo derecho a sentirme completa alguna vez en mi vida. Ni siquiera completa. Tengo derecho a no sentir ese vacío que me carcome por dentro, que me inunda las entrañas y me hace llorar y deprimirme. Tengo derecho a sentirme normal, aunque no lo sea.

            Camino tres cuadras y llego a mi destino: “Carnicería Don Tito”. Este hombre es un maldito hijo de puta pedófilo. Se centra en las chicas de dieciséis y cinco años. Las mismas edades que tenían sus dos hijas cuando fueron asesinadas sus dos niñas hace muchos años, en una disputa callejera. Realmente irónico. Aprovechando la oportunidad de que Mamá Lana me envió a buscar carne de aquí, tomaré un poco más.

-Buenos días, Matryoshka. ¿Vienes por los recados para Doña Lana?- Me atiende cuando entro, Doña Susana, la mujer de Don Tito. Es una mujer encantadora, dudo mucho que realmente sepa lo que hace su marido.

-Exacto. Recientemente entró un muchacho nuevo con nosotros y no ha querido comer nada desde entonces, por eso Mamá Lana quiere hacerle una comida bien rica que no podrá despreciar- Le respondo con toda la inocencia que una chica de dieciséis años puede tener. Le sonrió y agarro la gran bolsa que me extiende.

-Muchas gracias-. Ahora que lo pienso, esto puede llegar a ser un problema. Voy a tener que esperar a que Don Tito salga del negocio para poder agarrarlo. Un sonido de campanitas me saca de mis pensamientos. El celular de Doña Susana. La escucho hablar animadamente y con un “ahora voy”, se despide.

-Bueno, Matryoshka linda, debo irme. Falta un kilo que Don Tito está cortando antes de cerrar el negocio, ¿te molestaría esperarlo?-

-Oh, no, por favor. Usted salga y no se haga problema-.

Unos minutos después de que se va, Don Tito aparece. Su mirada se posa en mí. Siento que me desnuda con la mirada, y creo que tiene intensiones de más.

-Bonita, pasa que tengo tu carne justo aquí- Me dice y luego lanza una sucia risa grave, producto de los años de fumador que tiene.

-Claro, señor-.

Dejo la carne y una mochila que trigo conmigo siempre sobre el mostrador y entro. Esto es demasiado obvio. Ningún carnicero te haría entrar por aquí. Y ninguna chica inteligente entraría. Pero yo estoy preparada para esto, no me sorprenderé. Cuando me acerco a la puerta, él se corre sin dejarla para que yo tenga que pasar junto a él. Pegada a él. Puerco. Al hacer ese abominable acto de tocarlo pasa pasar, siguiendo su juego, él me toca el culo. Carajos. Me toma del brazo y me tira contra él, cerrando la puerta tras sí mismo. En cuestión de segundos, me tira al suelo. Siento sus manos tocando mi cintura, mis pechos y manoseándome la cara. Cierro los ojos y me aguanto el asco. Me abofetea e instintivamente fijo mi mirada en él. Se quita su remera y puedo ver su grasoso cuerpo de mucho más de cien kilogramos. Pasa a desabrocharse el cinturón, y cuando termina, quiere deshacerse de mi jean. No en mi turno, idiota.

Para colmo, el estúpido se olvido de sujetarme los brazos. Aprovecho esta gran oportunidad, tomo el machete que escondía en mi buzo y lo introduzco en su cráneo. Lo giro y retuerzo, pero él ya está muerto. Fue rápido y con poco dolor para él, pero no podía hacer más. No obstante, la sangre se hizo muy presente. Siento que me di una ducha en ella. Limpio un poco el líquido espeso y caliente que tengo en el rostro con las manos, y lucho para quitarme el enorme cuerpo que tengo sobre mí, lo cual logro. Agarro unos cuchillos grandes de las mesas que se encontraban allí y comienzo a cortar a Don Tito con total dedicación. Una pierna por aquí, una mano por allá y con total amor le rebano su amigo. Primero me da asco tocarlo, pero luego me siento bien al recordar que estoy destruyendo el objeto de tortura y destrucción psicológica de tantas chicas.

Meto sus restos en una de las bolsas con restos de carne y guardo su virilidad en una bolsa. Tiro un pedazo de carne en el piso, donde está el gran manchón de sangre, para que nadie se dé cuenta. Aunque igual no interesa. A nadie le interesa esta parte de la ciudad. Somos un lugar oscuro, llena de terror que nadie quiere ver. No vive nadie decente de este lado. O eso es lo que cree el barrio rico de al lado. Ingenuos. Pero, mejor para mí. La policía no existe en este lugar. Jugamos con reglas diferentes,  y eso me beneficia.

Agarro el kilo de carne que faltaba y lo pongo con el resto, tomo mi mochila y saco la muda de ropa que llevaba dentro. Idéntica a ala anterior. No es que tenga mucha ropa, pero estos buzos y pantalones baratos nos los regalan todo el tiempo, junto con otras donaciones. Me cambio, recojo todo y salgo. La ropa ensangrentada en la basura, el pene de nuestro difunto amigo como nuevo juguete de un perro callejero y yo esquivando matones vuelvo a casa.

-Ya llegue y traje la comida- Grito mientras entro. De la nada aparecen tres niños y dos niñas de entre cinco y siete años que me comienzan a saludar y abrazar.

-Mimí, Caro, Bobby, Josh, Filin. Hola, amores-.

Dejo la comida en la cocina y veo a Mamá Lana y Papá George hablando.

-Amorcito, te tardaste, estaba un poco preocupada. ¿Te encontraste con los niños de la Señora Josefina?- Me pregunta Mamá Lana, preocupada.

-Esos “niños” tienen 18 años y son unos delincuentes. Escuche que estuvieron robando y golpeando ancianos el otro día. Los encuentro y los mato-. Ellos no lo toman con toda la intencionalidad de la palabra, pero yo lo digo enserio.

-Matry, ve a descansar un rato que luego te llamamos para la cena. Has limpiado toda la casa hoy y eso es mucho trabajo con cinco niños, dos adultos y cuatro adolescentes aquí-.

-Maya y Scott van más para el lado de adultos, pero tomaré tu oferta, Papá George-. Me rio y subo a mi habitación. Limpio el cuchillo con los desinfectantes que tengo guardados aquí y cuando todo está  guardado, me tiro en la cama a dormir un poco.

Esta no es otra historia cualquiera. Es un relato de vida o muerte. No es una ficción, es mi realidad. Es como yo lucho con las circunstancias y las paso por encima. La vida es hermosa pero siempre da golpes bajos, por eso es una hazaña vivirla.
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Y bueno chicos, esto es todo. Soy Pandita Gore. Nos vemos~.